La conciencia ética en nuestros días

26 de febrero de 2011

La conciencia ética en nuestros días

TANYA ZURITA CARRILLO

Introducción

El hombre nace libre, capaz de aprender y aprehender las diferentes normas para poder convivir en sociedad. Al nacer, somos un pizarrón en blanco; podemos amoldarnos a las diversas maneras de pensar y actuar de la gente que nos rodea. Así, paulatinamente se construye nuestra forma de ser, de pensar, de interactuar con las otras personas y diferentes situaciones que nos encontramos durante la vida. Así también, se va construyendo nuestro bagaje cultural, nuestra formación, nuestro carácter, nuestros valores y paralelamente nos damos cuenta de que pertenecemos a un grupo de personas con las que compartimos gustos, valores, disgustos y experiencias. Asimismo, nos damos cuenta de que tenemos tanto derechos como obligaciones en la sociedad en la que vivimos. El derecho del ser humano a ser respetado, a ocupar un lugar en el mundo y ser tratado como igual está ligado al derecho a tener una voz como individuo, a externar nuestras opiniones y tener un lugar en la democracia; sin embargo, los derechos vienen acompañados de obligaciones y reglas que se deben cumplir para asegurar la buena convivencia entre seres humanos. Así como cada ser humano lleva su vida de acuerdo con lo que le han enseñado y con lo que ha vivido en la convivencia con otras personas, así su actuación y su pensamiento debe estar regido por una conciencia ética que impida que traspase los límites del espacio personal y el derecho a ser respetado de otras personas. Este trabajo tiene varios objetos: discutir el derecho de los seres humanos a expresarse, hacer ver que este derecho también tiene límites, discutir sobre la conciencia ética y la comprensión humana y por último dar una opinión personal de cómo se podría implantar la conciencia ética en diferentes ámbitos de nuestra vida para mejorar tanto nuestra vida como la de nuestra sociedad. Me basaré en el trabajo de Edgar Morín (1999) sobre los saberes que se necesitan para una educación en el futuro y en el trabajo de Raúl Rojas Soriano (1992) sobre la formación de investigadores y el plagio en el trabajo científico.

El derecho a expresarse y sus límites

Al nacer, la sociedad le concede al ser humano derechos como el de ser alimentado, ser amado, la salud, convivir con otras personas en una sociedad, así como el derecho a ser educado, entre otros. Uno de esos derechos es también poder expresar nuestros pensamientos y gustos y actuar conforme a ellos. Cuando aceptamos esos derechos, también asumimos la responsabilidad de ejercerlos adecuadamente.

Todas las personas somos libres de dar a conocer lo que pensamos y así como lo expresamos, debemos tener en cuenta que todas las personas en el mundo expresan su punto de vista sobre cualquier tema o situación de la vida. Cuando una persona expresa sus sentimientos o pensamientos debe saber que así como coincidirá con otras personas así también divergirá con otras muchas. El ser humano debe tener presente que en la sociedad existen muchas maneras de pensar y que éstas pueden ser muy diferentes de la propia. Es necesario que las personas tengamos en cuenta que la sociedad se compone de diversidades, ya sea de opiniones, de género, de valores, de creencias, de religión, de gustos. Sin embargo, en la diferencia y la diversidad es donde radica la riqueza de una sociedad.

Una de las directrices que deben regir el ejercicio de nuestro derecho a opinar y expresarnos es el de respetar a las otras personas y sus propias opiniones. Los valores que adquirimos en la convivencia con nuestra familia principalmente y con otras personas y en otros círculos posteriormente permearán la manera en cómo nos relacionamos con las otras personas. El respeto, la solidaridad, la tolerancia, la libertad y la justicia son valores que moldean nuestras creencias y nuestro trato con los otros integrantes de nuestra sociedad. El respeto nos dará la pauta para saber cuáles son los límites de nuestro derecho a expresarnos y defender el derecho del otro a expresar sus opiniones incluso si éstas son diferentes a las nuestras. La solidaridad nos concederá el sentimiento de ponernos en el lugar del otro para poder ver desde su punto de vista la misma situación. La tolerancia nos dará la fuerza y el poder de juicio justo para respetar un punto de vista diferente. La libertad nos hará saber y reconocer que la otra persona tiene el mismo derecho que nosotros de expresarse. La justicia nos dará el poder de darle a cada persona y a cada opinión su justo valor. Cuando una persona emita un juicio sobre la opinión de otra persona deberá hacer su mejor esfuerzo para incluir estos valores en su expresión. “La ética busca impregnar la vida de una persona de cada persona de una serie de valores que la orienten hacia una armonía consigo misma y con los demás” (ILCE-CECTE, 2011).

La conciencia ética y la comprensión humana

Ética, según el diccionario de la Real Academia Española (2011), es una parte de la filosofía que trata del hombre, su moral y sus obligaciones. Además es un conjunto de normas morales que rigen la conducta humana. Si nos basamos en este concepto, la conciencia ética entonces es el hilo conductor de nuestras acciones para así posteriormente y como resultado se tenga una mejor convivencia entre individuos. “La ética es una guía del actuar humano con miras al mejoramiento de la conducta individual y social” (ILCE-CECTE, 2011).

La convivencia entre seres humanos siempre ha sido un tema complejo puesto que cada ser humano tiene su propio bagaje cultural y diferentes experiencias que lo han formado a lo largo de su vida. Asegurar la buena convivencia; es decir, tender un puente de comunicación entre humanos y crear ambientes de respeto es complicado, pero se puede lograr mediante varias vías. Una de estas vías puede ser crear un código de ética que pueda regir en los diferentes ámbitos que nos movemos y que nos sirva como directriz para llevar a cabo nuestros actos en la vida diaria en convivencia con los demás integrantes de nuestra sociedad.

La conciencia ética nos sirve como una base y a la vez un embudo para moldear nuestros actos y hacer que éstos influyan tanto en nuestra vida y nuestra conducta como en la vida en sociedad. Mientras cada ser humano se responsabilice por sus actos, la sociedad, como resultado, también mejorará. La conciencia ética se debe educar e inculcar desde temprana edad porque desde la infancia se moldea el pensamiento y los valores en un infante que eventualmente tendrá voz y voto en las decisiones de la sociedad en la que viva y se desenvuelva. Si pensamos en la vida y la educación de los infantes como en la base de la comunidad en sí, entonces tendremos una buena vista de lo que será en un futuro la estructura de valores de la que gozará la comunidad.

De acuerdo con Morín (1999), la educación tiene un objetivo espiritual que es enseñar la comprensión entre las personas. Morín menciona que hay dos tipos de comprensión: la que se da entre personas y la intelectual. La comprensión intelectual nos dará las herramientas para poder establecer nuestro lugar en la sociedad y en la inteligilibilidad aunque este tipo de comprensión no concede o enseña valores. La comprensión intelectual u objetiva, como lo menciona Morín (1999), se ve distraída por diferentes amenazas que pudieran desviarla: el ruido, la polisemia, la ignorancia de los valores de otras sociedades y diferentes estructuras mentales y filosóficas.

Por supuesto los dos tipos de comprensión son importantes y fundamentales en nuestra vida; sin embargo, la comprensión entre personas influye más en la convivencia en nuestra sociedad y por ende entre sociedades. La comprensión humana formará o adaptará las acciones de una persona para que ésta se pueda integrar a una sociedad. Una formación con un código de ética y en valores puede moldear la conducta del ser humano para dejar una huella permanente y que salga a flote al enfrentar las diversas situaciones con las que nos enfrentaremos en la vida. La conciencia ética nos dará las pautas para saber qué camino escoger en las diferentes etapas y situaciones de nuestra vida. Será un código de ética que nos regirá durante nuestra vida y los que nos rodea y por consiguiente moldeará nuestra vida en sociedad. Asimismo, nos otorgará la conciencia, reflexión y entendimiento necesarios para poder convivir e interactuar con otras personas en una sociedad, una sociedad formada de personas, todas con conciencia ética probablemente muy diferente a la nuestra.

Sugerencias para implantar la conciencia ética en diferentes ámbitos de nuestra vida

La conciencia ética es fundamental en nuestra vida; ésta nos dará la pauta para la buena convivencia en sociedad. Por lo tanto, la conciencia ética se debe inculcar y enseñar en los diferentes ámbitos de nuestra vida. En los siguientes párrafos, mencionaré algunas propuestas para los entornos más importantes de nuestra vida: la familia, nuestro espacio laboral y el ámbito investigativo.

Ámbito familiar

La familia es el núcleo de la sociedad en donde se crean los lazos con el mundo exterior antes de convivir en sociedad. Por lo tanto, una propuesta es que los padres de familia pongan énfasis en la enseñanza de algunos valores como el respeto, la solidaridad, la tolerancia, la libertad y la justicia, sin dejar de lado, por supuesto, los demás valores como la amistad, la solidaridad, el patriotismo, entre otros. Otra propuesta es que los padres busquen una escuela en donde se lleve un programa de valores éticos como parte del currículum educativo para hacer un esfuerzo en continuar la educación y la inculcación en valores que se da en casa.

Ámbito profesional

El ámbito profesional es una parte muy importante de nuestra vida. Es ahí en donde la comprensión intelectual y la humana se hacen más evidentes puesto que necesitamos las dos para poder llevar a cabo las diferentes actividades en un centro de trabajo. Particularmente, mi ámbito laboral es una mediateca. Una mediateca en la UNAM es un espacio donde los medios tecnológicos y de información, así como algunos elementos convencionales de una biblioteca tradicional, convergen para ayudar al alumno a aprender un idioma extranjero y fomentar el aprendizaje autodirigido no sólo en el aprendizaje de idiomas sino para toda la vida. El perfil del estudiante de mediateca es el siguiente: un alumno cuya edad va desde los 11 años hasta los 17 años aproximadamente, que acude a la mediateca a reforzar autónomamente su aprendizaje del idioma que toma curricularmente, ya sea inglés, francés, italiano o alemán. El problema que en ocasiones se presenta en la mediateca es que los alumnos no hacen uso de la conciencia ética ni de su autonomía y utilizan su tiempo en la mediateca no precisamente para estudiar y mejorar sus habilidades en el idioma extranjero. Algunas veces se ha visto que los alumnos sólo acuden a la mediateca para revisar su correo electrónico o algunas otras actividades que no tienen que ver con el aprendizaje de un idioma.

La reflexión de los alumnos usuarios del centro sobre la importancia del respeto, la administración del tiempo, la buena convivencia entre las personas, la correcta utilización del tiempo que pasan en la mediateca, la solidaridad con los asesores que los ayudan durante su estancia y el respeto por su tiempo y el de las personas que trabajamos ahí es un punto que se debe fomentar. Para resolver esta situación, como sugerencia, propongo que aparte de los talleres de aprender a aprender que se imparten en la mediateca para desarrollar la autonomía en el usuario de los centros de autoacceso, se organice también un taller cuyo objeto principal sea la reflexión de los alumnos. Estos talleres podrían servir para que pongan en práctica los valores que les hayan inculcado en casa y a su vez tomen conciencia ética para que utilicen el tiempo de estudio adecuadamente y no como recreación.

Ámbito investigativo

En este ámbito, se debe reconocer que la persona que lleva a cabo la investigación debe tener ella misma valores y conciencia ética para poder ejercer valores como el respeto para tener en cuenta las opiniones de otras personas que pudieran resultar o ser objeto de una investigación. “Las personas con las cuales interactuamos en una investigación educativa y social no son objetos, sino sujetos con una dignidad que respetar” (ILCE-CECTE, 2011). Las personas con las que trabajamos en una investigación pueden ser también otros autores que previamente hayan expresado sus opiniones sobre el mismo tema. Por lo tanto, mi sugerencia aquí es que el investigador ponga en práctica su conciencia ética al hacer una revisión de sus aportaciones y asegurarse de que no está incurriendo en falta de respeto u omisión al dar créditos a otros autores.

Conclusión

La conciencia ética será parte de la comprensión humana e incluso intelectual en una sociedad. Es fundamental que ésta se ejerza adecuadamente para la buena convivencia en la sociedad en la que vivimos. Asimismo, los valores son una parte muy importante en la formación de una persona puesto que de esa formación nace el respeto por los demás, por sus opiniones y sus acciones. Busquemos, entonces, un punto de equilibrio en donde podamos convivir con lo diferente y lo igual.

Referencias

Diccionario de la Real Academia Española, (2011). Concepto de ética. Recuperado el 15 de febrero de 2011 de http://buscon.rae.es/draeI/SrvltConsulta?TIPO_BUS=3&LEMA=%C3%A9tica

Morín, E. (1999) “Los siete saberes necesarios para la educación del futuro”. Correo de la UNESCO.

Presentación en Power Point de la sesión 2 del módulo de Investigación de la Maestría en Comunicación y Tecnologías Educativas del Centro de Estudios en Comunicación y Tecnologías Educativas (CECTE) del Instituto Latinoamericano de la Comunicación Educativa (ILCE). Recuperado el 16 de febrero de 2011 de http://cecte.ilce.edu.mx/campus/course/view.php?id=71

Rojas, S. (1992) “Formación de investigadores educativos”. México: Plaza y Valdés.

TIC

25 de septiembre de 2010

Debido al gran aumento en la utilización de las TIC en México, como pudiera ser internet[1], la perspectiva de éxito en la adecuación (mayor difusión de los programas de enseñanza virtuales, actualización, contextualización) de programas de enseñanza virtual a nivel universitario el futuro se vislumbra muy optimista.

Debe quedar claro que el internet, las computadoras y en general las nuevas tecnologías aplicadas a la enseñanza se necesitan utilizar como lo que son: un medio y no un fin en s mismas debido a que no sólo con el simple acceso de los estudiantes a estas tecnologías se lograrán los resultados esperados. Es necesario también el re-planteamiento de los actuales modelos de enseñanza a través de un ajuste de las instituciones educativas a las exigencias del mundo presente y lograrlo desde un enfoque humanista.


[1] “Los países en desarrollo representan más del 36% de la totalidad de los usuarios de Internet en el mundo…, los usuarios de Internet en el mundo en desarrollo están concentrados en un puñado de países: China, República de Corea, India, Brasil y México representan el 61.52% de ellos”. Tomado de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo. Informe sobre Comercio Electrónico y Desarrollo, 2004. http://www.unctad.org/sp/docs/ecdr2004overview_sp.pdf

¡Hola mundo!

25 de septiembre de 2010

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