SOBERANIA ALIMENTARIA LAS POLITICAS PUBLICAS PARA LA PRODUCCION DE MAIZ, CONTRAMOVIMIENTO Y TRANSFORMACION

1 de abril de 2014

 

 

Cesar Soto Morales

Como menciona Stiglitz en su prologo a la obra de Polanyi La Gran Transformación, “Les decimos a los países en desarrollo lo importante es la democracia , pero, cuando se trata de asuntos que les preocupan mas, lo que afectan sus niveles de vida, la economía, se les dice: las leyes de hierro de la economía te dan pocas opciones, o ninguna; y puesto que es probable que tu (mediante tu proceso político democrático) desestabilices todo, debes ceder las decisiones económicas clave”

Democracia si, soberanía económica no, es la formula que se aplica para las economías de los países del Sur , este tipo de soberanía tiene incidencia decisiva sobre las políticas publicas aplicadas a la producción de alimentos ya que su carácter de bien de primera necesidad hace a esta actividad una de las mas rentables en el modo de producción capitalista neoliberal.

De acuerdo a Polanyi la creación de una economía de mercado autorregulada requiere que los seres humanos y el ambiente natural se conviertan en simples mercancías, lo que asegura la destrucción de la sociedad como del ambiente.

La tierra, el trabajo y el dinero son las llamadas mercancías ficticias puesto que no se produjeron originalmente para venderse en el mercado, el maíz es producto de la tierra y el trabajo, por lo tanto es una mercancía ficticia dada su importancia para la sobrevivencia del ser humano en particular en mesoamerica por su carácter de alimento de la dieta básica, así como sus usos para alimentación de ganado, principal fuente de proteínas de la humanidad[1].

Los dos niveles en el argumento de Polanyi por el cual la mercantilización de la naturaleza tiene consecuencias de autodestrucción de las sociedades se sustentan en el plano moral y el de el papel del Estado en la economía.

La cuestión de tratar al ser humano y a la naturaleza como un objeto que puede ser vendido y comprado es un error moral de gran magnitud, la alimentación como producto de la tierra y del trabajo del ser humano constituye un bien natural no comerciable sino mas bien una necesidad humana que debe ser cubierta, cualquier forma de mercantilización o privatización de la producción de alimentos a gran escala y con fines de lucro a costa de comprometer la soberanía alimentaria de un pueblo debe ser regulada por el Estado.

El papel de Estado en la economía de la alimentación como lo menciona Polanyi los gobiernos han buscado mantener la continuidad en la producción alimentaria con diversos instrumentos que liberan la presión de los campesinos respecto de las presiones de las cosechas fluctuantes y los precios volátiles.[2]

El Estado de acuerdo a los argumentos de Polanyi debe manejar las mercancías ficticias para regular el efecto destructivo de dejárselo todo a la libertad del mercado, la cual llevaría a la sociedad a una etapa de autodestrucción, lo que hace virtualmente imposible dejar fuera al Estado de las decisiones económicas mas importantes que tienen que ver con la tierra el trabajo y el capital y si lo vemos de una manera mas actual también es necesaria la participación estatal en sectores como el tecnológico y el área de investigación y desarrollo.

Según Polanyi “las mercancías ficticias explican la imposibilidad de desarraigar la economía. Las sociedades de mercado reales necesitan que el Estado desempeñe una función activa en el manejo de los mercados, y esa función requiere decisiones políticas; no puede reducirse a una suerte de función técnica o administrativa. Cuando las políticas estatales se mueven en dirección del desarraigo al confiar mas en la autorregulación de los mercados, el pueblo se ve obligado a absorber costos mayores. Los trabajadores y sus familias se vuelven mas vulnerables ante el desempleo, los campesinos se exponen a una mayor competencia de las importaciones, y a ambos grupos se les pide que lo hagan con menos derechos asistenciales”.[3]

Como es de esperarse los afectados de las políticas de autorregulación no aceptaran absorber los costos de las políticas liberales sin ofrecer resistencia, esto es el llamado contramovimiento de Polanyi, la resistencia al cambio que de no existir llevaría a la sociedad a la autodestrucción, esto da lugar al surgimiento de movimientos y organizaciones que luchan en contra de la mercantilización de la naturaleza, en este caso de la soberanía alimentaria se ha dado el surgimiento de movimientos globales de resistencia el mas importante de ellos la vía campesina.[4]

En contraflujo y hacia el extremo liberal están las fuerzas del mercado, las cuales se imponen desde los países mas poderosos del orbe (Unión Europea, Estados Unidos y Japón) y conjuntamente sus grandes empresas transnacionales las cuales se ven favorecidas por los regimenes internacionales creados para su expansión global.

De esta manera a través de las reglas generadas desde el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial (BM) y la Organización Mundial del Comercio (OMC), se dicta la forma en que deberán ser diseñadas las políticas publicas de los Estados sujetos a estos organismos.

Los regimenes internacionales son herramienta conductora de los intereses de las economías mas poderosas de acuerdo con Krasner hay una relación entre hegemonía y apertura del comercio mundial, según la cual la estructura del comercio internacional esta determinada por los intereses y el poder de los Estados para maximizar sus metas nacionales.

Este autor define a los regimenes internacionales como un conjunto de principios explícitos o implícitos, normas reglas y procedimientos de toma de decisiones que giran alrededor de las expectativas convergentes de los actores en un área determinada de las Relaciones Internacionales.

Estas reglas y principios señalan estándares de creencias y conductas, definidas en términos de derechos y obligaciones y en los procedimientos de toma de decisiones prevalecen practicas para hacer e implementar la desicion colectiva.[5]

Si lo vemos de una manera literal el concepto de Krasner parece apoyar el orden establecido, sin embargo si tomamos en cuenta la concepción de Susan Strange el modelo parece estatocentrico y sesgado.

Sin embargo una mezcla de las dos visiones me parece puede dar buenos resultados a si tomamos la teoría de los regimenes desde una perspectiva donde las economías dominantes imponen su lógica de desarrollo a los países del sur a través de las organizaciones económicas internacionales, de esta manera y aplicado a nuestro objeto de estudio en este trabajo tenemos la visión de seguridad alimentaria de la FAO y de la OMC, en contraposición con la de soberanía alimentaria de la vía Campesina.

La visión de Keohane de los regimenes internacionales nos da pauta a interpretar como estos facilitan el intercambio comercial en el sector alimentario, favoreciendo los intereses de quienes dictan los principios, las reglas y los procedimientos en el comercio internacional; según este autor la existencia de regimenes internacionales ayuda a evitar que los intereses económicos entren en conflicto y produzcan “fallas”en el mercado.

Los regimenes internacionales:

-Reducen la incertidumbre

-Promueven la cooperación

-Facilitan las transacciones económicas y nuevos acuerdos

-Facilitan la obediencia por reglas comunes[6]

Es decir constituyen según mi punto de vista la facilitación del movimiento de los factores de producción a través de las fronteras nacionales, dejando con esto campo abierto a las grandes empresas transnacionales para que aprovechen la dotación de factores que hay en los mercados que están siguiendo las reglas de un régimen económico en particular.

De esta manera y siguiendo a Porter la conformación de regimenes internacionales facilita la localización de las Empresas transnacionales en los lugares mas eficientes para la producción de bienes y servicios lo que da pie a la plantación estratégica de estas que les indica donde y cuanto y que producir.

En el sector agroalimentario en particular en la producción de maíz podemos identificar en primer termino el régimen comercial de la OMC y los Tratados de libre comercio específicamente el TLCAN para el caso de México y la OMC y el MERCOSUR para Brasil y Argentina, siendo el común denominador para los tres países el régimen financiero internacional del FMI.

De esta manera los grandes corporativos agroindustriales estadounidenses principalmente tales como, Cargill, ADM, Monsanto,  Bounce  entre otros aprovechan sus ventajas monopólicas a través de la Inversión extranjera directa (IED), manteniendo una estrategia expansionista y controlando la mayor parte de la producción y la cadena productiva del maíz.

Favoreciendo con esto el desarrollo desigual de las economías al mantener la gran empresa el control de la cadena productiva y dejando en segundo termino a las empresas nacionales, las cuales se limitan al papel de proveedores de las grandes corporaciones transnacionales, las cuales al contar con el apoyo de los regimenes financieros y económicos liberales aprovechan su dominio del mercado para manejar los precios a su conveniencia.

Este manejo de los precios se da sin tomar en cuenta las necesidades alimentarias de la población y solo tiene la visión del lucro por encima de cualquier otro objetivo de desarrollo agrícola o de salvaguardar la soberanía alimentaria de un pueblo.

Ante esto los Estados que están bajo las normas del régimen económico, financiero y de propiedad intelectual de corte neoliberal, no tienen mucho que hacer puesto que han dejado las decisiones económicas fundamentales a entes privados, los cuales solo buscan rentabilidad, esto deja a las políticas publicas de apoyo a los agricultores en segundo plano, dado que a partir del ingreso a estos regimenes neoliberales se abandonaron ya los apoyos al campo y a los bienes derivados de este.

Por otro lado la privatización del conocimiento y de la biodiversidad también forma parte de la mercantilización de la naturaleza, las reglas en materia de propiedad intelectual de la OMC, protegen bienes públicos tales como las variedades de semillas de maíz y los convierten en bienes privados, lo que les da derechos de exclusividad para la producción de alimentos.

De esta manera las políticas publicas neoliberales permiten la privatización para la creación y difusión del conocimiento, el cual tiene características de bien publico, mas sin embargo se permite la apropiación de este tipo de bienes para estimular la inversión

Esto tiene como consecuencia mas grave la baja utilización del conocimiento por la privatización de este en manos de unas cuantas corporaciones privadas, las cuales siguen investigando y patentando nuevas semillas y agroquímicos , con el único fin de acumular mas capital y seguir fortaleciendo sus ventajas monopólicas en el mercado.

A través de estos acuerdos siendo el TRIPS su principal exponente los países ceden parte de su soberanía económica e incluso ceden parte de sus riquezas en biodiversidad a los grandes corporativos transnacionales

Estos se encargan de explotar estos conocimientos y seres vivos, modificándolos en algunos casos genéticamente para lograr mayor producción, amenazando con esta acción el equilibrio ecológico y poniendo en peligro la soberanía alimentaria de la humanidad y su biodiversidad al estar a merced de los grandes corporativos biotecnológicos los descubrimientos milenarios de las poblaciones nativas desprotegidos y en espera de ser registrados para su privatización y posterior comercialización y/o modificación genética.

Por ultimo y para cerrar este debate teórico no se puede dejar afuera a Robert Cox quien esta en la misma sintonía de Marx y Polanyi quienes hablan de contradicciones en las fuerzas materiales de producción, las cuales son las que desencadenan en transformaciones estructurales

Asimismo el trabajo de Gramsci también puede verse en las ideas de Cox quien argumenta que quien tiene el control hegemónico de las ideas y las estructuras de conocimiento puede legitimizar y mantener un determinado orden social.[7]

La alimentación puede ser objeto de apropiación del conocimiento como ya lo hemos visto y a trabes de este control los países que tienen empresas propietarias de patentes pueden mantener un orden económico y social determinado en donde tengan el control de la producción de lo mas básico en este caso pueden dominar la alimentación de una nación, esto nos deja ver cuan valida es la aplicación de las ideas gracianas a nuestro objeto de estudio.

El cambio sistemático solo se da por la transformación estructural derivada de las contradicciones inherentes al sistema sean del carácter de la lucha de clases al mas puro  estilo del marxismo clásico o del contramovimiento de plañí pasando por la conformación del bloque histórico de Gramsci.

Actualmente con la globalización económica mundial, la formación de regimenes internacionales que favorecen la libre movilidad de factores productivos, y la transnacionalización de las industrias alimentarias en particular la concentración del poder de decisión dentro de los regimenes internacionales se da en los países miembros de la triada económica mundial (Unión europea, Estados Unidos y Japón).

Cada uno de ellos conservando su área de influencia: la Unión Europea teniendo como zona de servicio a la Europa oriental y parte de África y medio oriente, Estados Unidos tiene a Latinoamérica  y sus zonas de influencia en África, Asia y Medio oriente, y Japón tiene al sureste asiático y sus zonas en America, y Medio oriente.

En esta sintonía se puede argumentar y de acuerdo a los autores que hemos revisado en este trabajo que la soberanía alimentaria de México esta en manos de las empresas transnacionales estadounidenses, y por el mismo rumbo van Brasil y Argentina, pero dada su inserción en un régimen comercial diferente al de México, tienen algunas diferencias en la aplicación de políticas publicas en el sector, las cuales están influidas irremediablemente por la presencia de los corporativos estadounidenses.

Dichos corporativos gozan de ventajas monopólicas, las cuales explotan a través de la plantación estratégica aprovechando la dotación de factores los cuales son aprovechados a través de la localización de subsidiarias en las zonas donde gozan de preferencias comerciales y de inversión gracias a la pertenencia de las economías a regimenes internacionales dominados por la economía líder en nuestro caso los Estados Unidos.[8]

Nuestros países están asegurados por la economía líder a través de el FMI, la OMC y el TLCAN, y sus reglas determinadas para el desarrollo al estilo Neoliberal el cual asegura las condiciones de acumulación de capital de las grandes empresas.

Y la mercantilización de los recursos naturales avanza cada vez mas amenazando la biodiversidad y el equilibrio ecológico, contando con la anuencia de gobiernos serviles a los intereses del capital por formar parte de este mismo e inmersos en el dogma neoliberal que cada día que pasa esta dando muestras de su agotamiento.

Las crisis económicas y el surgimiento de movimientos sociales y campesinos en defensa de la soberanía alimentaria, son la máxima expresión del contramovimiento que se va fortaleciendo conforme avanzan las reformas hacia el mercado autorregulado y constituye un contrapeso cada vez mas fuerte al orden económico imperante el cual debido a sus contradicciones avanza hacia la nueva transformación estructural aun incierta.

BIBLIOGRAFIA

Robert Gilpin. Global Political Economy. Princeton. Princeton Univ.Press. 2001. Capitulo 11

Stephan Haggard y Beth Simmons “Theories of international regimes”. En: Theory and Structure in International Political Economy. Charles Lipson y Benjamin J. Cohen (eds.).Londres: MIT Press. 2000. pp. 179-206

Polanyi Karl, “La gran transformacion: Los orignes politico y economicos de nuestro tiempo”, ed. FCE, Mexico 2003, pp 29

Benjamin J. Cohen (2008).  International Political Economy. An Intellectual History. Princeton: Princeton Univ Press. pp. 89-90

MESOGRAFIA

 

http://faostat.fao.org/site/339/default.aspx. Top production maize 2007

 

www.laviacampesina.org, consultado el 20 de diciembre del 2010.


[1]Los principales paises productores de este preciado bien en su variedad amarilla son los Estados Unidos, China, México, Brasil y Argentina, en ese orden, los productores mas importantes de maíz blanco son los Estados Unidos, México, Nigeria, Francia y Hungría http://faostat.fao.org/site/339/default.aspx. Top production maize 2007

[2] Polanyi Karl, “La gran transformacion: Los orignes politico y economicos de nuestro tiempo”, ed. FCE, Mexico 2003, pp 29

[3] idem, pp 30

[4] La Vía Campesina es un movimiento internacional de campesinos y campesinas, pequeños y medianos productores, mujeres rurales, indígenas, gente sin tierra, jóvenes rurales y trabajadores agrícolas. Defendemos los valores y los intereses básicos de nuestros miembros.. Las 148 organizaciones que forman la Vía Campesina vienen de 69 países de Asia, África, Europa y el continente Americano. WWW.LAVIACAMPESINA.ORG, consultado el 20 de diciembre del 2010.

[5] Stephan Haggard y Beth Simmons “Theories of international regimes”. En: Theory and Structure in International Political Economy. Charles Lipson y Benjamin J. Cohen (eds.).Londres: MIT Press. 2000. pp. 179-206

[6] Idem pp 104

[7] Benjamin J. Cohen (2008).  International Political Economy. An Intellectual History. Princeton: Princeton Univ Press. pp. 89-90

[8] Robert Gilpin. Global Political Economy. Princeton. Princeton Univ.Press. 2001. Capitulo 11

www.tuobra.unam.mx

SOBERANIA ALIMENTARIA LAS POLITICAS PUBLICAS PARA LA PRODUCCION DE MAIZ, CONTRAMOVIMIENTO Y TRANSFORMACION
Autor: CESAR SOTO SOTO MORALES

SOBERANIA ALIMENTARIA LAS POLITICAS PUBLICAS PARA LA PRODUCCION DE MAIZ, CONTRAMOVIMIENTO Y TRANSFORMACION

 

Cesar Soto Morales

 

Como menciona Stiglitz en su prologo a la obra de Polanyi La Gran Transformación, “Les decimos a los países en desarrollo lo importante es la democracia , pero, cuando se trata de asuntos que les preocupan mas, lo que afectan sus niveles de vida, la economía, se les dice: las leyes de hierro de la economía te dan pocas opciones, o ninguna; y puesto que es probable que tu (mediante tu proceso político democrático) desestabilices todo, debes ceder las decisiones económicas clave”

 

Democracia si, soberanía económica no, es la formula que se aplica para las economías de los países del Sur , este tipo de soberanía tiene incidencia decisiva sobre las políticas publicas aplicadas a la producción de alimentos ya que su carácter de bien de primera necesidad hace a esta actividad una de las mas rentables en el modo de producción capitalista neoliberal.

 

De acuerdo a Polanyi la creación de una economía de mercado autorregulada requiere que los seres humanos y el ambiente natural se conviertan en simples mercancías, lo que asegura la destrucción de la sociedad como del ambiente.

 

La tierra, el trabajo y el dinero son las llamadas mercancías ficticias puesto que no se produjeron originalmente para venderse en el mercado, el maíz es producto de la tierra y el trabajo, por lo tanto es una mercancía ficticia dada su importancia para la sobrevivencia del ser humano en particular en mesoamerica por su carácter de alimento de la dieta básica, así como sus usos para alimentación de ganado, principal fuente de proteínas de la humanidad[1]. 

 

Los dos niveles en el argumento de Polanyi por el cual la mercantilización de la naturaleza tiene consecuencias de autodestrucción de las sociedades se sustentan en el plano moral y el de el papel del Estado en la economía.

 

La cuestión de tratar al ser humano y a la naturaleza como un objeto que puede ser vendido y comprado es un error moral de gran magnitud, la alimentación como producto de la tierra y del trabajo del ser humano constituye un bien natural no comerciable sino mas bien una necesidad humana que debe ser cubierta, cualquier forma de mercantilización o privatización de la producción de alimentos a gran escala y con fines de lucro a costa de comprometer la soberanía alimentaria de un pueblo debe ser regulada por el Estado.

 

El papel de Estado en la economía de la alimentación como lo menciona Polanyi los gobiernos han buscado mantener la continuidad en la producción alimentaria con diversos instrumentos que liberan la presión de los campesinos respecto de las presiones de las cosechas fluctuantes y los precios volátiles.[2] 

 

El Estado de acuerdo a los argumentos de Polanyi debe manejar las mercancías ficticias para regular el efecto destructivo de dejárselo todo a la libertad del mercado, la cual llevaría a la sociedad a una etapa de autodestrucción, lo que hace virtualmente imposible dejar fuera al Estado de las decisiones económicas mas importantes que tienen que ver con la tierra el trabajo y el capital y si lo vemos de una manera mas actual también es necesaria la participación estatal en sectores como el tecnológico y el área de investigación y desarrollo.

 

Según Polanyi “las mercancías ficticias explican la imposibilidad de desarraigar la economía. Las sociedades de mercado reales necesitan que el Estado desempeñe una función activa en el manejo de los mercados, y esa función requiere decisiones políticas; no puede reducirse a una suerte de función técnica o administrativa. Cuando las políticas estatales se mueven en dirección del desarraigo al confiar mas en la autorregulación de los mercados, el pueblo se ve obligado a absorber costos mayores. Los trabajadores y sus familias se vuelven mas vulnerables ante el desempleo, los campesinos se exponen a una mayor competencia de las importaciones, y a ambos grupos se les pide que lo hagan con menos derechos asistenciales”.[3] 

 

Como es de esperarse los afectados de las políticas de autorregulación no aceptaran absorber los costos de las políticas liberales sin ofrecer resistencia, esto es el llamado contramovimiento de Polanyi, la resistencia al cambio que de no existir llevaría a la sociedad a la autodestrucción, esto da lugar al surgimiento de movimientos y organizaciones que luchan en contra de la mercantilización de la naturaleza, en este caso de la soberanía alimentaria se ha dado el surgimiento de movimientos globales de resistencia el mas importante de ellos la vía campesina.[4] 

 

En contraflujo y hacia el extremo liberal están las fuerzas del mercado, las cuales se imponen desde los países mas poderosos del orbe (Unión Europea, Estados Unidos y Japón) y conjuntamente sus grandes empresas transnacionales las cuales se ven favorecidas por los regimenes internacionales creados para su expansión global.

 

De esta manera a través de las reglas generadas desde el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial (BM) y la Organización Mundial del Comercio (OMC), se dicta la forma en que deberán ser diseñadas las políticas publicas de los Estados sujetos a estos organismos.

 

Los regimenes internacionales son herramienta conductora de los intereses de las economías mas poderosas de acuerdo con Krasner hay una relación entre hegemonía y apertura del comercio mundial, según la cual la estructura del comercio internacional esta determinada por los intereses y el poder de los Estados para maximizar sus metas nacionales.

 

Este autor define a los regimenes internacionales como un conjunto de principios explícitos o implícitos, normas reglas y procedimientos de toma de decisiones que giran alrededor de las expectativas convergentes de los actores en un área determinada de las Relaciones Internacionales.

 

Estas reglas y principios señalan estándares de creencias y conductas, definidas en términos de derechos y obligaciones y en los procedimientos de toma de decisiones prevalecen practicas para hacer e implementar la desicion colectiva.[5] 

 

Si lo vemos de una manera literal el concepto de Krasner parece apoyar el orden establecido, sin embargo si tomamos en cuenta la concepción de Susan Strange el modelo parece estatocentrico y sesgado.

 

Sin embargo una mezcla de las dos visiones me parece puede dar buenos resultados a si tomamos la teoría de los regimenes desde una perspectiva donde las economías dominantes imponen su lógica de desarrollo a los países del sur a través de las organizaciones económicas internacionales, de esta manera y aplicado a nuestro objeto de estudio en este trabajo tenemos la visión de seguridad alimentaria de la FAO y de la OMC, en contraposición con la de soberanía alimentaria de la vía Campesina.

 

La visión de Keohane de los regimenes internacionales nos da pauta a interpretar como estos facilitan el intercambio comercial en el sector alimentario, favoreciendo los intereses de quienes dictan los principios, las reglas y los procedimientos en el comercio internacional; según este autor la existencia de regimenes internacionales ayuda a evitar que los intereses económicos entren en conflicto y produzcan “fallas”en el mercado.

 

Los regimenes internacionales:

 

-Reducen la incertidumbre

-Promueven la cooperación

-Facilitan las transacciones económicas y nuevos acuerdos

-Facilitan la obediencia por reglas comunes[6] 

 

Es decir constituyen según mi punto de vista la facilitación del movimiento de los factores de producción a través de las fronteras nacionales, dejando con esto campo abierto a las grandes empresas transnacionales para que aprovechen la dotación de factores que hay en los mercados que están siguiendo las reglas de un régimen económico en particular.

 

De esta manera y siguiendo a Porter la conformación de regimenes internacionales facilita la localización de las Empresas transnacionales en los lugares mas eficientes para la producción de bienes y servicios lo que da pie a la plantación estratégica de estas que les indica donde y cuanto y que producir.

 

En el sector agroalimentario en particular en la producción de maíz podemos identificar en primer termino el régimen comercial de la OMC y los Tratados de libre comercio específicamente el TLCAN para el caso de México y la OMC y el MERCOSUR para Brasil y Argentina, siendo el común denominador para los tres países el régimen financiero internacional del FMI.

 

De esta manera los grandes corporativos agroindustriales estadounidenses principalmente tales como, Cargill, ADM, Monsanto,  Bounce  entre otros aprovechan sus ventajas monopólicas a través de la Inversión extranjera directa (IED), manteniendo una estrategia expansionista y controlando la mayor parte de la producción y la cadena productiva del maíz.

 

Favoreciendo con esto el desarrollo desigual de las economías al mantener la gran empresa el control de la cadena productiva y dejando en segundo termino a las empresas nacionales, las cuales se limitan al papel de proveedores de las grandes corporaciones transnacionales, las cuales al contar con el apoyo de los regimenes financieros y económicos liberales aprovechan su dominio del mercado para manejar los precios a su conveniencia.

 

Este manejo de los precios se da sin tomar en cuenta las necesidades alimentarias de la población y solo tiene la visión del lucro por encima de cualquier otro objetivo de desarrollo agrícola o de salvaguardar la soberanía alimentaria de un pueblo.

 

Ante esto los Estados que están bajo las normas del régimen económico, financiero y de propiedad intelectual de corte neoliberal, no tienen mucho que hacer puesto que han dejado las decisiones económicas fundamentales a entes privados, los cuales solo buscan rentabilidad, esto deja a las políticas publicas de apoyo a los agricultores en segundo plano, dado que a partir del ingreso a estos regimenes neoliberales se abandonaron ya los apoyos al campo y a los bienes derivados de este.

 

Por otro lado la privatización del conocimiento y de la biodiversidad también forma parte de la mercantilización de la naturaleza, las reglas en materia de propiedad intelectual de la OMC, protegen bienes públicos tales como las variedades de semillas de maíz y los convierten en bienes privados, lo que les da derechos de exclusividad para la producción de alimentos.

 

De esta manera las políticas publicas neoliberales permiten la privatización para la creación y difusión del conocimiento, el cual tiene características de bien publico, mas sin embargo se permite la apropiación de este tipo de bienes para estimular la inversión

 

Esto tiene como consecuencia mas grave la baja utilización del conocimiento por la privatización de este en manos de unas cuantas corporaciones privadas, las cuales siguen investigando y patentando nuevas semillas y agroquímicos , con el único fin de acumular mas capital y seguir fortaleciendo sus ventajas monopólicas en el mercado.

 

A través de estos acuerdos siendo el TRIPS su principal exponente los países ceden parte de su soberanía económica e incluso ceden parte de sus riquezas en biodiversidad a los grandes corporativos transnacionales

 

Estos se encargan de explotar estos conocimientos y seres vivos, modificándolos en algunos casos genéticamente para lograr mayor producción, amenazando con esta acción el equilibrio ecológico y poniendo en peligro la soberanía alimentaria de la humanidad y su biodiversidad al estar a merced de los grandes corporativos biotecnológicos los descubrimientos milenarios de las poblaciones nativas desprotegidos y en espera de ser registrados para su privatización y posterior comercialización y/o modificación genética.

 

Por ultimo y para cerrar este debate teórico no se puede dejar afuera a Robert Cox quien esta en la misma sintonía de Marx y Polanyi quienes hablan de contradicciones en las fuerzas materiales de producción, las cuales son las que desencadenan en transformaciones estructurales

 

Asimismo el trabajo de Gramsci también puede verse en las ideas de Cox quien argumenta que quien tiene el control hegemónico de las ideas y las estructuras de conocimiento puede legitimizar y mantener un determinado orden social.[7]

 

La alimentación puede ser objeto de apropiación del conocimiento como ya lo hemos visto y a trabes de este control los países que tienen empresas propietarias de patentes pueden mantener un orden económico y social determinado en donde tengan el control de la producción de lo mas básico en este caso pueden dominar la alimentación de una nación, esto nos deja ver cuan valida es la aplicación de las ideas gracianas a nuestro objeto de estudio.

 

El cambio sistemático solo se da por la transformación estructural derivada de las contradicciones inherentes al sistema sean del carácter de la lucha de clases al mas puro  estilo del marxismo clásico o del contramovimiento de plañí pasando por la conformación del bloque histórico de Gramsci.

 

Actualmente con la globalización económica mundial, la formación de regimenes internacionales que favorecen la libre movilidad de factores productivos, y la transnacionalización de las industrias alimentarias en particular la concentración del poder de decisión dentro de los regimenes internacionales se da en los países miembros de la triada económica mundial (Unión europea, Estados Unidos y Japón).

 

Cada uno de ellos conservando su área de influencia: la Unión Europea teniendo como zona de servicio a la Europa oriental y parte de África y medio oriente, Estados Unidos tiene a Latinoamérica  y sus zonas de influencia en África, Asia y Medio oriente, y Japón tiene al sureste asiático y sus zonas en America, y Medio oriente.

 

En esta sintonía se puede argumentar y de acuerdo a los autores que hemos revisado en este trabajo que la soberanía alimentaria de México esta en manos de las empresas transnacionales estadounidenses, y por el mismo rumbo van Brasil y Argentina, pero dada su inserción en un régimen comercial diferente al de México, tienen algunas diferencias en la aplicación de políticas publicas en el sector, las cuales están influidas irremediablemente por la presencia de los corporativos estadounidenses.

 

Dichos corporativos gozan de ventajas monopólicas, las cuales explotan a través de la plantación estratégica aprovechando la dotación de factores los cuales son aprovechados a través de la localización de subsidiarias en las zonas donde gozan de preferencias comerciales y de inversión gracias a la pertenencia de las economías a regimenes internacionales dominados por la economía líder en nuestro caso los Estados Unidos.[8]

 

Nuestros países están asegurados por la economía líder a través de el FMI, la OMC y el TLCAN, y sus reglas determinadas para el desarrollo al estilo Neoliberal el cual asegura las condiciones de acumulación de capital de las grandes empresas.

 

Y la mercantilización de los recursos naturales avanza cada vez mas amenazando la biodiversidad y el equilibrio ecológico, contando con la anuencia de gobiernos serviles a los intereses del capital por formar parte de este mismo e inmersos en el dogma neoliberal que cada día que pasa esta dando muestras de su agotamiento.

 

Las crisis económicas y el surgimiento de movimientos sociales y campesinos en defensa de la soberanía alimentaria, son la máxima expresión del contramovimiento que se va fortaleciendo conforme avanzan las reformas hacia el mercado autorregulado y constituye un contrapeso cada vez mas fuerte al orden económico imperante el cual debido a sus contradicciones avanza hacia la nueva transformación estructural aun incierta.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

BIBLIOGRAFIA

 

Robert Gilpin. Global Political Economy. Princeton. Princeton Univ.Press. 2001. Capitulo 11

Stephan Haggard y Beth Simmons “Theories of international regimes”. En: Theory and Structure in International Political Economy. Charles Lipson y Benjamin J. Cohen (eds.).Londres: MIT Press. 2000. pp. 179-206 

 

Polanyi Karl, “La gran transformacion: Los orignes politico y economicos de nuestro tiempo”, ed. FCE, Mexico 2003, pp 29

 

Benjamin J. Cohen (2008).  International Political Economy. An Intellectual History. Princeton: Princeton Univ Press. pp. 89-90

 

MESOGRAFIA

 

http://faostat.fao.org/site/339/default.aspx. Top production maize 2007

 

www.laviacampesina.org, consultado el 20 de diciembre del 2010.

 


[1]Los principales paises productores de este preciado bien en su variedad amarilla son los Estados Unidos, China, México, Brasil y Argentina, en ese orden, los productores mas importantes de maíz blanco son los Estados Unidos, México, Nigeria, Francia y Hungría http://faostat.fao.org/site/339/default.aspx. Top production maize 2007

[2] Polanyi Karl, “La gran transformacion: Los orignes politico y economicos de nuestro tiempo”, ed. FCE, Mexico 2003, pp 29

[3] idem, pp 30

[4] La Vía Campesina es un movimiento internacional de campesinos y campesinas, pequeños y medianos productores, mujeres rurales, indígenas, gente sin tierra, jóvenes rurales y trabajadores agrícolas. Defendemos los valores y los intereses básicos de nuestros miembros.. Las 148 organizaciones que forman la Vía Campesina vienen de 69 países de Asia, África, Europa y el continente Americano. WWW.LAVIACAMPESINA.ORG, consultado el 20 de diciembre del 2010. 

[5] Stephan Haggard y Beth Simmons “Theories of international regimes”. En: Theory and Structure in International Political Economy. Charles Lipson y Benjamin J. Cohen (eds.).Londres: MIT Press. 2000. pp. 179-206

[6] Idem pp 104

[7] Benjamin J. Cohen (2008).  International Political Economy. An Intellectual History. Princeton: Princeton Univ Press. pp. 89-90

 

[8] Robert Gilpin. Global Political Economy. Princeton. Princeton Univ.Press. 2001. Capitulo 11

 

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